Las portadas de Bernal siempre han sido algo fuera de serie. Llamaban a gritos desde el kiosco. A veces (sólo a veces) hasta te desilusionabas del interior, porque el dibujo de fuera prometía maravillas.
Si, una auténtica delicia y un lujo que debemos admirar sin ningún género de dudas.
Las portadas de Bernal siempre han sido algo fuera de serie. Llamaban a gritos desde el kiosco. A veces (sólo a veces) hasta te desilusionabas del interior, porque el dibujo de fuera prometía maravillas.
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