jueves, 6 de diciembre de 2012

¡ENTREVISTA A AMBRÓS Y A VÍCTOR MORA!




Gracias al amigo Ramón, reproducimos esta entrevista realizada a AMBRÓS y a VÍCTOR MORA, publicada en la revista EL TEMPS en 1991.
Abajo reproducimos la traducción al castellano, gracias a los recopilatorios de José Fernández.

LA VOZ Y LA SONRISA DEL CAPITAN TRUENO

Entrevista a Miguel Ambrosio, Ambrós, y Víctor Mora, los padres del héroe ampurdanés.



El Capitán Trueno cumple 35 años, El Temps, reúne por primera vez a sus autores para hablar de la censura franquista, de los problemas de la Editorial Bruguera y de la posibilidad de llevar el personaje al cine.

En el año 46 deja la docencia en su Albuixech natal y se va a Barcelona. Sale de Valencia con dos lápices y trescientas pesetas en el bolsillo. Diez años después nacía de la mano de Bruguera El Capitán Trueno.

Hoy Ambrós -“el mejor historietista”-, hombre entrañable y divertido, ya no dibuja. Con 77 años y tres ataques de corazón a sus espaldas se dedica a descansar y a su afición por la música. Él, es la sonrisa.

El otro padre del héroe ampurdanés es Víctor Mora. Traductor de Asterix al catalán, director del TBO, escritor galardonado con los mas prestigiosos premios de cuentos y relatos, creador de unos doscientos personajes de historietas… cinco meses en “La Modelo” y seis años de exilio en París por comunista. A los 59 años es todavía un hombre fiel a las fantasías de la infancia y a los ideales de juventud. Él es la voz. Efectividad narrativa en las viñetas y humor y compromiso en el guión llenaron seiscientas dieciocho historietas del Capitán Trueno para enseñar el deber de luchar contra los tiranos y la justa belleza de las revueltas populares. La libertad, la amistad y la dignidad humana no se merecen menos.

-¿Cómo se conocieron?

MORA. Nos conocimos en la Editorial Bruguera. Yo, presentado ya el guión y pensando en quien podría hacer los dibujos, todos coincidimos en que el dibujante ideal era él. Entonces lo llamamos y nos conocimos allí.

-Usted, Ambrós, cuando conoció a Víctor Mora, ¿Coincidían el aspecto ideológico?

AMBRÓS. Si, pero él era mas activo que yo.

-Además de la autocensura, ¿Les limaban mucho las historietas? Porque supongo que de vez en cuando intentaban colar alguna ¿No?

AMBRÓS. Lo intentabas pero no lo conseguías. Había algún momento que veías un personaje atacando y no había armas.

MORA. Eso fue durante un tiempo, hacían quitar los puñales y las espadas, se tuvieron que raspar. Se le ocurrió a una señorita delegada de la censura que quería hacer meritos delante de sus jefes. Pero los personajes sin armas y con el puño en alto aun eran más subversivos.

AMBRÓS. Era una censura estúpida, marca Franco. Te mutilaban a las mujeres; de los senos quedaban las curvitas –y se ríe-

MORA: es que a usted Miguel, le gustan muy bonitas y rellenitas.

AMBRÓS. A veces me enfadaba, y yo no me enfado fácilmente. Era terrible.

MORA. Pero en aquella historia que hicimos para Toutain, donde salen Sigrid y el Capitán Trueno en la cama, ella está muy bien.

AMBRÓS. Salió gordita. Siempre me ha gustado hacerlas hermosas, pero esta está mucho mas llena de todo. –Nos hace reír a carcajadas.

¿El Capitán Trueno es un comic inocente o tiene cierta malicia?

MORA. Hombre, tiene la malicia que en plena dictadura era un personaje que se pasaba el día luchando contra pequeños tiranos y dictadores, que representaban el poder personal que había en aquel momento.

AMBRÓS. Pero eso no es malicia, eso es bonicia. –Una vez más nos hace reír.-

¿Conspiraban en los comics?

MORA. La conspiración era hacer historias así.

El éxito del Capitán Trueno, ¿fue fruto de las circunstancias de la época?

AMBRÓS. El tebeo era un artículo de primera necesidad para los xiquets; entonces no había tele y se iba al cine una vez por semana.

MORA. Y también porque los dibujos tenían una gran fuerza comunicativa. Es un grafismo muy simpático y realista; reproduce las dimensiones de un mundo normal, sin ningún elemento expresionista.

AMBRÓS. El éxito se lo hemos de agradecer a los xiquets. Estoy convencido que sin este nivel de ventas los críticos no hubieran prestado atención.

MORA. ¡Ah!, Si, si, efectivamente.

-Y sus guiones, Mora, ¿Qué aportaban de nuevo?

MORA. Humor… y que el personaje no era un solitario, sino que tenía amigos. Tampoco era introvertido como otros. Y sin el grafismo de Miguel, que posibilita la comunicación inmediata, habría sido como otros tantos guiones míos, un guión fracasado. Para mí, él es el mejor, ha interpretado lo que yo quería decir.

AMBRÓS. En ese aspecto, siempre me han dado un poco de lastima los guionistas; por buenos que sean si no tienen quien los interpreten bien, están perdidos. Su intención se ha de transmitir de tal manera que la gente la comprenda y la sienta. Hay dibujantes que son una maravilla, en cambio, no saben comunicar la idea y hacen viñetas muy bonitas pero desde el punto de vista narrativo, no funcionan.

-¿A que responde el hecho de que se repita el mismo esquema de tres personajes protagonistas en El Capitán Trueno, El Jabato y El Corsario de Hierro?

MORA. Decidimos esta fórmula para El Capitán Trueno, y al ver que funcionaba, continuamos aplicándola. Era más divertido que el héroe fuera acompañado.

AMBRÓS. Personalmente me gusta más el guión y el dibujo del Corsario de Hierro que el del Capitán Trueno.

MORA. Porque es más para adultos.

AMBRÓS. Y porque es más humano.

-La primera historia del Capitán Trueno, ¡A sangre y fuego! Transcurre en Palestina, por razones históricas obvias…

MORA. Era un cruzado.

-¿Qué haría ahora vuestro héroe si volviera a Palestina?

MORA. Hombre… buscaría alguna  solución de conciliación entre los dos bandos y que fuera lo menos violenta posible.


AMBRÓS. Se pondría al lado del más débil.

MORA. Efectivamente, él siempre está al lado del más fastidiado. Y consideraría injusto ir contra los judíos; ¿Por qué? porque a pesar de estar mandados por la derecha y la extrema derecha, hay gente de izquierda que está por la vía del entendimiento.

-¿Qué piensan de los superhéroes procedentes de los EE. UU?

MORA. Aunque han salido muy buenos dibujantes, de ese tipo de comics, a nosotros no nos va, ¿verdad Miguel?

AMBRÓS. A mi, me parece un reflejo de la sociedad norteamericana. Es un pueblo a medio civilizar. Hacen unos razonamientos rudimentarios, primarios. Un ejemplo lo tenemos ahora, que se van allí, a montarse el numerito en el Golfo y cometen la gran pifiada.

-Usted Ambrós, no tenía muy buenas relaciones con Bruguera, ¿verdad?

AMBRÓS. Yo tengo mi manera de ser, y ellos tenían la suya. No soy un hombre de negocios y a la hora de cobrar tenia problemas. La primera vez que me fui “Usted por ahorrarse 5000 Ptas, perderá millones”. Estábamos en pleno boom.

MORA. Y le dejaron marchar.

AMBRÓS. Recuerdo que yo ya me despedía y me dijo: “Si le subo un tanto…”, y yo le contesté: “no quiero saber nada”. Si en aquel momento me dan la Editorial en peso no la cojo.

MORA. No había ningún tipo de consideración. Era una cosa demencial.

AMBRÓS. ¿Usted recuerda, Mora, cuando comenzó a subir el Capitán Trueno que nos hicieron aquellos contratos?

MORA. Si, si.

AMBRÓS. En exclusiva. Y me preguntaron: “Si vas a contrato con las mismas comisiones, ¿no?” Antes de decir que si hice un gesto como diciéndome a mi mismo: “Estás haciendo el primo Miguelito” si hubiera encontrado una empresa inteligente, que era lo que pensaba en un principio, pero yo tratando de dinero…, no puedo; mira que me llegué a molestar. Pensé: “ahora que esto funciona y con una editorial de las más poderosas, lo tendremos todo resuelto; no necesito pedir más” Pero si no pido continuaría cobrando lo que cobrara antes. Y el dinero era de nuestro trabajo.

-Y todo en un momento en que triunfaban…

MORA. Exacto

AMBRÓS. Entonces el Capitán Trueno se vendía como rosquillas.

MORA. Trescientos cincuenta mil ejemplares cada semana.

AMBRÓS. Y ni un detallito.

-¿Cómo tendría que ser El Capitán Trueno hoy para que resultase tan exitoso como antes?. O, ¿Cuál sería el equivalente actual?

MORA. Creo que es un fenómeno bastante irrepetible, hoy hay otro, ligado al mundo del audiovisual, que son Las Tortugas Ninja y que hacen estragos. Además, ha habido un problema: los comics han ido descuidando cada vez mas al publico infantil y adolescente que era el mayoritario, y se ha decantado hacia una cosa que se llama “comic para adultos” Lo leen veinte o treinta mil y los editores ya están contentos.

AMBRÓS. Yo tengo la impresión, que esta tendencia de ir hacia lo “picante”, a los tebeos para adultos les hace daño. A lo mejor si me hubiera dedicado al dibujo pornográfico me habría hecho de oro, con un editor que no fuera Bruguera, claro –y se ríe- Parte del dominio que tengo de las figuras arranca de la adolescencia, cuando se te despierta el instinto sexual. Yo me dedicaba ha hacer dibujos pornográficos…

MORA. Esto es una cosa absolutamente inédita, nunca se lo había sentido explicar. Miguel.

¿Cómo ven la invasión de sexo que hay en el comic?

AMBRÓS. Aquello que se le llama pornografía es la palabra fea de los que tienen ese concepto del sexo, creo que se pueden hacer cosas muy atractivas sin salir de la cama. Hay historietas que son de lo mas malo, y el sexo forma parte de la vida, es una cosa muy natural y muy bonita. A la pornografía se le ha querido buscar el lado malo, y desde las posturas católicas se le ha asociado a este tipo repelente del pecado. Es un género del cual se puede sacar mucho partido.

MORA. Yo creo que puede coexistir todo. La medida de la cuestión se ha de buscar en el talento de quien lo haga. Milo Manara será estético se vea lo que se vea. Y si lo hace una persona sin talento quedará una cosa siniestra. De la pornografía se habla muy mal y a mi me parece que todo aquello que rodea el sexto mandamiento está bien. Lo que no me gusta es la industria y la explotación que hay detrás.

-¿Se hará o no se hará la película de El Capitán Trueno?

MORA. Ya hace tiempo que se habla. La última vez, hace medio año, firmamos un contrato. Ahora hay dos años mas para hacerla, si en ese espacio de tiempo la persona interesada, que es un viejo adaptador de El Capitán Trueno, no lo hace, no lo hará nadie. Él ahora busca capital Norteamericano y también de la televisión española. Pero aun no se sabe si será película, episodios cinematográficos o dibujos animados. Seguramente lo que salga primero, para Miguel y para mi representaría mucho que se hiciera esta película.

-A usted Ambrós le quieren hacer un homenaje en Albuixech, en su pueblo.

AMBRÓS. Si, pero no se nada. Eso es porque le di a mi hermano la colección completa de El Capitán Trueno para que la cediese a la Casa de Cultura del pueblo. Y ahora en agradecimiento, me quieren hacer un homenaje, con una estatua del héroe en bronce.

-¿Irá usted?

AMBRÓS. No, porque no estoy en condiciones para tanto ajetreo.

-¿A que responden las rayas rojas del escudo de El Capitán Trueno? Porque a veces hay dos y a veces tres…

AMBRÓS.  Normalmente, ponía tres rayitas. Es un escudo como otro cualquiera y se ha interpretado como una senyera pero no lo es.

                                                                                                                             Joan Marí

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado. Quién hubiera dicho que el maestro del movimiento gráfico hubiera aprendido haciendo porno.... Faceta desconocida en todo su trabajo si exceptuamos dos ó tres dibujos conocidos un tanto picantes...
Gracias, Manuel
- Juan José -

Anónimo dijo...

Amigo Ramón, gracias una vez más por tu estimable colaboración, con la publicaciones de las Recopilaciones del Capitán Trueno. Ramón es el traductor de este articulo, y de muchos otros.
Un fuerte abrazo, Fernández.

Ramón Ortiz dijo...

Otro para ti José, y como siempre, un placer colaborar aunque sea muy poco en "Las Recopilaciones". Saludos a todos.